martes, 5 de mayo de 2015

Método Halliwick

El método Halliwick fue desarrollado por James McMillan en el año 1940, en el cual introducía a las personas con discapacidad al medio acuático. Hoy en día se ha convertido la base de muchos programas de hidroterapia, porque se adapta a las necesidades individuales de los pacientes/clientes. Crearon el programa de 10 puntos para conseguir de forma gradual una mayor seguridad y destreza en el agua.
 Objetivo: Analizar los efectos y beneficios de realizar el método Halliwick tanto a nivel cognitivo, físico o social y examinar la evidencia disponible sobre este método en diversas enfermedades o patologías.
Son 10 los puntos que componen esta metodología divididos a su vez en cuatro fases:
Fase 1. Adaptación al medio acuático:
·         Punto 1- Adaptación psíquica.
·         Punto  2- Soltura.
Fase 2. Rotaciones:
·         Punto 3- Rotación vertical.
·         Punto 4-Rotación lateral.
·         Punto 5- Rotación combinada.
Fase 3. Control de movimientos en el agua:
·         Punto 6- Flotación.
·         Punto 7- Equilibrio.
·         Punto 8-Traslado por turbulencias.
Fase 4. Movilidad en el agua:
·         Punto 9-Movimientos básicos.
·         Punto 10- Movimientos fundamentales.
FASE 1: ADAPTACIÓN AL MEDIO ACUÁTICO
La adaptación psíquica es esencial para que tanto el fisioterapeuta como el niño sepan qué pueden esperar del medio acuático. Es importante para esto comprender los elementos que van a intervenir, como, por ejemplo:
·         La habilidad para ajustarse a nuevas sensaciones, las turbulencias, la flotación y el peso de todos estos efectos en el equilibrio corporal
·         Enseñar al niño la forma de comportarse en este nuevo medio para que pueda realizar las actividades pro-puestas.
·         El control respiratorio para el control cefálico.
·         El paciente debe aprender a soplar cuando el agua le llega cerca de la cara y a expulsar el aire despacio cuando se sumerge.
 A medida que la adaptación psíquica crece, el niño se va animando hacia una mayor actividad que demanda independencia y control sobre sus nuevas adquisiciones, en cuyo caso resulta vital que le sea permitido moverse por sí solo.
FASE 2: ROTACIONES
La rotación vertical consiste en la habilidad de una persona para recobrar la verticalidad desde la posición de decúbito supino. Para esto se requiere una fuerte flexión de tronco, de caderas, de rodillas, columna cervical y hombros, a la que seguirá un equilibrio preciso de la cabeza sobre el cuerpo con el fin de mantener la posición vertical



El movimiento rotacional ocurre cuando los factores de elevación y descenso no están igualados y opuestos.





La rotación combinada se emplea para evitar que durante el tratamiento el niño caiga en rotación vertical y termine en decúbito prono sobre el agua. Mediante la rotación lateral podrá girar hacia el decúbito supino y de este modo, combinando la rotación, llegar a una posición en la que pueda respirar libremente.







FASE 3: CONTROL DE MOVIMIENTO EN EL AGUA
La fuerza de elevación se puede usar para asistir el movimiento de una manera convencional y además como un contrapeso teniendo en cuenta los efectos de la gravedad. La quietud del agua va a servir en un principio para que el niño aprenda a controlar su equilibrio. Más adelante tendrá, sin embargo, que ser capaz de mantener ese equilibrio en diferentes posiciones, pero contra las turbulencias deliberadas que se produzcan a su alrededor. Si estas turbulencias se producen en sentido directo hacia una parte del cuerpo, la presión del agua será menor y se observará un efecto de rotación o de arrastre. En este caso el niño tenderá a moverse en el área de turbulencia que tenga menor presión, efecto que se puede emplear para producir compensaciones postulares según las necesidades terapéuticas.
FASE 4: MOVILIDAD EN EL AGUA
Una vez que el control rotacional es bueno, mientras el niño es «remolcado» por turbulencias en el agua, podrá comenzar a realizar simples movimientos de miembros superiores e inferiores. Este rango de movimientos se puede ir incrementando de forma gradual, aumentando la dificultad de los mismos y trabajando de forma más específica cada grupo muscular. Algo importante a tener en cuenta es la forma de sujetar al niño, ya que no es aconsejable proporcionar más ayuda de la que sea necesaria. Por otro lado, las palabras negativas, tales como «hundimiento», «ahogarse», etc., se deberían evitar y reemplazar por términos positivos asociados con la tierra y con la seguridad. Todo programa activo no sólo ha de incluir el uso de un amplio abanico de sensaciones, movimientos, cambios posturales, etc., sino que es muy aconsejable  la introducción del ritmo mediante las canciones y la música. El juego, además de ser divertido, en este caso sirve para que el niño mientras disfruta olvide el miedo y se atreva a participar en las actividades como los demás miembros del grupo, consiguiendo de este modo la  realización de los 10 puntos básicos anteriormente descritos.


ANEXOS

BIBLIOGRAFIAS
-Ma.L.Garcia-Giralda Bueno/2002/EL CONCEPTO HALIWICK COMO BASE DE LA HIDROTERAPIA INFANTIL/ http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-fis/haliwick_como_base_de__hidroterapia_infantil.pdf
-Asociacion Halliwick de natación teraoeutica/EL CONCEPTO DE HALLIWICK EL PROGRAMA DE 10 PASOS/ http://www.juntadeandalucia.es/turismocomercioydeporte/iad/portaliad/memorias/2008-ene-ago/DOCUMENTACION/200817001/El_concepto_Halliwick.pdf



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